Los altamente especializados trabajadores de las areas de Onco-hematologia llegan más pronto a sufrir de estrés crónico (síndrome de burnout: cansancio emocional, despersonalización y falta de realización personal). Y cuando decimos trabajadores hacemos mención a todo el personal que hace posible el funcionamiento de estas salas.
¿Cuales son las razones para esto?
Todos los días durante años tratan y conviven con pacientes crónicos, terminales que llegan a un estado crítico con mayor facilidad que otros pacientes.
Los trabajadores de este sector sufren junto con los familiares el estrés de tener que contener al paciente, viviendo situaciones que por lo general se repiten una tras otra durante meses o años. Esta responsabilidad los lleva a involucrarse aun más en el tratamiento, lo cual los diferencia en el tipo de relación que establecen con los pacientes y el medio, de aquellos que también siendo muy especializados, atienden a pacientes con enfermedades agudas y de corta internación. A la vez , como los demás trabajadores, viven el estrés de la urgencia al encontrarse en situaciones de extrema gravedad, lo que los lleva a utilizar todos sus conocimientos para recuperar la vida del paciente.
¿Que otras cosas los afectan a su salud?
Los citostáticos, sustancias utilizadas para realizar la quimioterapia de pacientes oncológicos, que son elevadamente toxicas y contaminantes para quienes la administran, para el paciente y para el ambiente, debido a su volatilidad. Aumentando el riesgo para quienes realizan la tarea cotidiana de manipularlas, por lo general personal de enfermería. Además, sea en su proceso de preparación o administración, estas tienen efectos toxicológicos y la mayoría de ellas “han demostrado propiedades mutagénicas, carcinogénicas, teratogénicas y embriotoxicas en modelos animales” (Enfermeria Global, Nº 1 Noviembre de 2002).
A la vez estas áreas de trabajo contienen un alto nivel de ruido debido al uso de intensivo de equipos electrónicos.
Otro componente es que en estas salas se realizan rayos X, lo que como en toda área cerrada expone al personal a la radiación.
El trabajo es realizado en ambientes cerrados y sobre pacientes en su mayoría inmunodeprimidos, lo que obliga a la utilización de barbijos casi permanentemente, requiriendo esto el recambio de aire con mayor asiduidad. A la vez que en algunos casos se trabaja en salas constantemente iluminadas con luz artificial, en otras con deficiente iluminación.
Frente a esta realidad los trabajadores se encuentran obligados a cumplir estas tareas durante 30 años o más, con sueldos insuficientes, trabajando dobles turnos o francos, tanto por razones económicas, éticas o falta de personal y a la vez lejos de sus familias que padecen con los trabajadores de este estrés.
En esta instancia opinamos que el personal de las salas de Oncohematologia hace tiempo que ya deberían estar contemplados en el Régimen de Insalubridad y ser declarados como personal de Áreas Cerradas, beneficiados con el adicional por área critica. De todas formas no podemos entender como es que aun no existe una ley nacional que beneficie de alguna manera a estos trabajadores.
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